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Un día después de la escuela, una pequeña niña, acompañaba a su abuelo, quien todas las tardes salía a dar su paseo por el camino que cruzaba sus campos. Ella, curiosa, miraba cómo su abuelo caminaba pausado y atento a cada planta, a cada flor, y cómo se tomaba un poco más de tiempo en aquellas que aún no brotaban, hacía una pequeña pausa frente a estas, un pequeño gesto y seguía caminando.
“¿Qué haces, abuelo?” Preguntó la niña.
“Pequeña mía, cada una de estas bellas plantas es única para mi. Fueron sembradas en el momento preciso, y florecerán en el instante oportuno. Me gusta venir a verlas cada día, porque siempre hay algo nuevo, cada cambio, por muy pequeño que sea es muy significativo en su proceso. Las prepara para florecer y lucir su máximo esplendor cuando sea su tiempo. Estas plantas, para mí, son metáfora de lo que vivimos en nuestras vidas y pocas veces contemplamos. Cada etapa de su cambio es semejante a nosotros, somos semilla, brote, crecemos, florecemos y…”
“¿Y qué? preguntó ella ansiosa…
“Y morimos… pero lo más maravilloso de esta vida está en que de esa muerte pueden nacer nuevos frutos, nuevas flores… nuevas oportunidades y nuevos caminos. Hay que ser pacientes, contemplar y agradecer el proceso, vivirlo en plenitud y dar el espacio para volver a tierra, porque cada momento es preciso, cada proceso es hermoso en sí mismo”.
En Bloom to Give quisimos volver al origen del regalo, retomar el sentido que éste tiene. Por ello la historia de Amary con su abuelo ilustra de forma muy hermosa lo que significan los bulbos de Amaryllis y por qué escoger regalar uno de éstos.
Al igual que en la historia, los seres humanos experimentamos constantes cambios y la adversidad es parte de nuestra vida. Y a veces olvidamos que en ciertos aspectos somos muy similares a las plantas. Nuestros anhelos, deseos, proyectos y virtudes están ahí, latentes, esperando encontrar las condiciones necesarias para comenzar a crecer y dar fruto.
Este pequeño bulbo promete acompañarte por un tiempo, en que te mostrará cada día cambios en su crecimiento. Ya se encuentra “sembrado”, por lo que ahora sólo necesita conectar contigo.
Al igual que la belleza de la flor es un regalo al mundo, en su belleza, sencillez y esplendor, este tiempo de acompañar al bulbo puede ser un tiempo de cultivarte y florecerte.
Este regalo es una oportunidad para florecer en él. Puede ser el momento para retomar o comenzar algún proyecto, cambiar algún hábito, proponerte un desafío, pero por sobre todo, hacerte un regalo.
Ahora bien, ¿qué es regalar? ¿quién regala a quién? ¿con qué propósito? Cuando se va a regalar, se piensa en la persona, sus gustos, sus deseos, lo feliz que se va a sentir al recibir ese regalo, y nuestro deseo es acercarnos a otorgar una satisfacción en quien recibe. Regalar tiene muchos significados, destacando la entrega sin condición, el desprendimiento del que viene acompañado, y el sentido que tiene detrás, donde no solo puede ser un bien material, sino también un momento especial y atesorable. Así, ya sea que tengas en tus manos un regalo que alguien te hizo, o es un autoregalo, ha pasado por un proceso de escoger, y ha llegado en el momento preciso, en el tiempo oportuno.
Es una pequeña planta que hoy comienza a despertar junto con una parte de ti, que ya cuenta con todo lo necesario para crecer, y que hoy te invita a compartir la paciencia y la sabiduría de que podrá florecer solo con el paso del tiempo.
Al igual que la sabiduría humana que florece poco a poco, así mismo revelará su hermosura, y con ello, una parte de ti y quiénes sean testigos de este proceso.
Entonces, ahora solo queda disfrutar este regalo y aventurarse a lo que viene. Este bulbo no requiere mayores cuidados. Ya está sembrado, no requiere ser regado, en su proceso de florecimiento se vuelve un objeto decorativo hermoso, por lo que encuéntrale un lugar para que se luzca (revisa las recomendaciones de temperatura y exposición al sol), y si te animas aún más, puedes personalizar y decorar la base de éste, por lo que te invitamos a que revises la página “PERSONALIZA TU WAX” o en nuestras redes sociales cómo decorar tu propio bulbo.
La belleza de los bulbos Amaryllis WAX es que no necesitan ser plantados ni regados.
Estos bulbos libres de mantenimiento, te dan la flor perfecta sin esfuerzo, siendo el artículo ideal para regalar o como decoración de tu hogar o tu espacio de trabajo.
Importados desde Perú, son mantenidos en un ambiente a temperatura controlada entre 4°C a 6°C, desde su arribo a nuestro país hasta el momento en que son despachados al domicilio del cliente.
Los bulbos comenzarán a brotar tan pronto como estén a una temperatura ambiente de 21 ° C.
El proceso de brotación, desde que nace el tallo hasta que la flor empieza a desplegarse en toda su belleza, transcurre entre 3 a 6 semanas. Luego viene el proceso de floración, esperándose que, en los bulbos que ofrecemos, cada uno entregue 2 tallos florales y de cada uno de estos salgan 4 o 5 flores de Amaryllis, proceso que generalmente toma alrededor de 3 a 4 semanas más.
Terminado el proceso de floración, las flores caerán y lentamente los tallos se irán reduciendo de tamaño. En esta etapa, el bulbo está envejeciendo, con lo cual es posible advertir que la forma circular con cera empiece a arrugarse. En este período de envejecimiento, podrás dejar el bulbo como elemento decorativo o bien trasplantarlo a su nueva condición.
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